lunes, 18 de abril de 2011

Pensar, Sentir y Resentir.

Nuevo libro, nuevos aires, nueva vida.
Los invito a http://teddyduhart.blogspot.com
Donde podrán encontrar todo mi nuevo material.

Nos encontramos allá.

miércoles, 7 de julio de 2010

Teddy Duhart - Un Brevísimo Instante de Lucidez

Quieres leer mi último trabajo a la fecha?
Es un poemario conceptual breve, no quiero adelantarte de qué se trata. Quiero que lo descubras por ti mismo.

Escríbeme a teddyduhart@gmail.com y recibirás información.
Es gratis.
Sólo por pocos días

P.D: NO es mi nuevo libro. Esto es sólo una pincelada de lo que vendrá.

domingo, 21 de diciembre de 2008

Una nueva oportunidad en un mundo de oportunistas y oportunidades.



Oportunidades


No es novedad
que la vida te sorprenda
a veces a gritos en el oído
otras, en un toque delicado
pero no importa la forma si no el fondo, dicen los filósofos
la vida te llena de sorpresas
golpes bajos, alegrías.

Es difícil precisarlo
aún más difícil es intentar adivinar
a qué conducirá todo
de qué manera la fuerza de la vida te dará aquel paseo
si te servirá para apaciguar los ánimos
o se convertirá en la peor de tus desdichas.

Pero eso la verdad poco importa
porque una sorpresa puede tornarse en una oportunidad
en una chance de cambiarlo todo,
de entrar en un todo
algo que puede iluminarnos el pensamiento
colmar de brillos nuestros días
sea uno o sean miles.

Las oportunidades no suelen repetirse
me imagino que porque una sorpresa ya vista, 
ya no es sorpresa
Entreguémonos entonces, al azar de la vida
como el niño de siete años que rompe un envoltorio en Navidad:
desea con toda su alma que sea aquel regalo que tanto esperó
pero se contenta con el solo hecho de descubrir qué hay en esa caja.

Descubramos la vida y sonriamos
no hay otra manera de ser feliz.

martes, 26 de agosto de 2008

Uno de esos días en YouTube

http://www.youtube.com/watch?v=JNMP9YfDzX4

Opiniones, acá o allá, estaré gustoso de recibirlas.

jueves, 13 de septiembre de 2007

Cuando las palabras ya no bastan

¿Qué pasa cuando las palabras se te hacen insuficientes para describir lo que sientes? Es esa sensación de que el pecho te va a estallar, que ya no puedes sentirte más dichoso, que la vida te devuelve la mano luego de tantas desgracias…

Pensando en ello apareció este escrito que salió de mí como un cúmulo de inspiración, en apenas un minuto. Un Instante Elemental.

Gracias por hacerlo posible.



Inventemos una palabra


Inventemos una palabra
que funda en unas cuantas letras
el fulgor de este tiempo hermoso

que con sólo oirla
el corazón se te salga
el cuerpo flaquee y tiemble
la voz se torne pastosa
y los universos se vuelvan uno

pero dudo que tanta dicha junta
pueda resumirse
en una sola palabra

Si amar ya se siente poco
Si desear es un pensamiento inherente
Si obsesionar se vuelve indirecto
cómo hacer?

Saquemos del fondo una palabra
que con sílabas del alma
nos endulce una flor
convierta el uno en dos
deje en paz a nuestros sueños
y que manifieste como estamos hoy:
transformados por un amor sincero
un amor como pocos
un más que amor.

jueves, 6 de septiembre de 2007

La permeabilidad de las palabras

Respondiendo a Daniela sobre el post anterior, quien me preguntó acerca de 'Recordatorio': "¿Es ésa tu declaración irrefutable?'"

Las palabras son tan efímeras como las emociones. Hoy podemos pensar y defender algo con toda firmeza, pero no sabemos lo que nos espera a la vuelta de la esquina, tal vez algo, sea una experiencia, sea un instante, que remueva nuestros pensamientos de raíz y nos convierta en otros.

Sobre el miedo a las declaraciones de este tipo por lo comprometedoras que suenan, me gustaría agregar que nuestras palabras no tienen mayor validez que la que nosotros les brindemos. Pensar en ellas como un compromiso o promesa me suena a darle demasiada importancia al interlocutor en una circunstancia tan íntima y personal como decir: ‘Esto es lo que soy, aquí y ahora’. Para una promesa se requieren dos entes; para una declaración, una sola persona: Tú mismo.

Cuando la gente me pregunta acerca de un 'secreto para la felicidad', mi respuesta es siempre la misma: Me he dado cuenta de que esas toneladas de peso que cargamos sobre nuestros hombros cada día no son más que una ficción autoimpuesta. Lo hacemos para usarlas como excusa ante el ridículo y la humillación, como un freno mental hacia lo nuevo y lo riesgoso. En el momento en que decidimos sin miramientos dejar ese peso de lado, nuestra vida comienza a cambiar por sí sola, sin esfuerzo.

Piénsalo: ¿Cuáles son los pesos que te has echado encima por creerlos inherentes a tu persona? ¿Traumas infantiles? ¿Experiencias desagradables pasadas? ¿Traiciones a tu confianza? ¿Desamor? ¿Mala fortuna?

Tal vez hoy sea un buen día para comenzar a abandonar la carga. Te invito a reflexionar.

El de hoy es el pensamiento que abre Instantes Elementales. Es lo que soy, aquí y ahora. Tal vez mañana ya no lo sea… Poco me importa. Hoy me hace feliz y eso ya es suficiente.


VI

El destino es tan fácil de cambiar
Que nos asusta hasta la mierda.

Es ahí cuando le damos la vuelta de tuerca seudo intelectual
Y creemos en el destino inevitable de Edipo
Solo para culpar a alguien más de nuestros errores.

Nuestra humanidad peca de evasión.

El día en que empecemos a reconocer nuestra capacidad para cambiarlo todo
Nuestras vidas van a cambiar.

Es tan simple como eso.

Nos engañamos constantemente solo para eludir responsabilidades.
Piénsalo.

Nos inventamos deidades no por “querer darle una explicación a lo inexplicable”,
Como quieren hacernos creer.
Lo hacemos porque no queremos reconocer que nuestro destino está en nuestras manos.

Cada día nos inventamos una excusa nueva.
“La falta de oportunidades”
“la mala voluntad”
te suenan, verdad?

Tal vez creas que tú siempre has brindado todas las oportunidades que te pidieron.
Tal vez creas que tu siempre has mirado al resto con una sonrisa.
Entiendes ahora que el error comienza por ti?

Quien crea en un destino del que no se pueda huír es un mediocre.

Quien se conforma con lo que tiene está desperdiciando una vida.

Eres el núcleo de TU universo
Date fuerzas para cambiarlo todo

Y,
de una vez por todas
Sé feliz.

lunes, 3 de septiembre de 2007

Una declaración de principios

Cuesta asumir los fracasos en la vida. La palabra te suena fuerte, te remece la conciencia y te impide mirar hacia el futuro. Qué difícil es ponerse de pie cuando sentimos haberlo entregado todo y no conseguimos los resultados que perseguimos, quizás por cuánto tiempo.

Uno de los momentos en donde nuestra vida nos cambia de golpe es cuando asumimos y comprendemos que los fracasos no son tales, sino un proceso de búsqueda para algo realmente valedero.

En el momento en que nos permitimos fracasar y nos perdonamos de todo corazón por ello, dejando de lado las recriminaciones, nos sentimos vivos y comenzamos a percibir la vista aérea de lo que nos aqueja: Nos damos cuenta de que estamos viviendo, y que los recuerdos que quedarán deberán convertirse no en eso sino en un recordatorio: Un recordatorio para no volver a caer en lo mismo, pero negando la posibilidad de que aquello se convierta en un peso para el resto de nuestros días.

Tras una reflexión como ésta dirigida a mi almohada, alrededor de las 4 AM de un día cualquiera del año 2006, surgió este pequeño poema/pensamiento/declaración de principios. La vida comenzaba a reconciliarse conmigo, era hora de aprovechar el momento.

Cuando se quiere el bien, los resultados son siempre buenos.



Recordatorio


No saco ni exijo cuentas del pasado
mejor que eso: disuelvo el pasado en mi presente
"Este soy yo, ahora y hoy"
los cambios se hacen evidentes
los miedos van cesando,
pero van dando paso a otros tantos
racionalmente más "profundos"
como el matrimonio, o el porvenir, o quien sabe...

Hoy debo cerrar la puerta de mi pasado,
pero de vez en cuando será bueno
echar un vistazo por su ojo mágico.

si los recuerdos persisten, nos condenan
si los recuerdos se olvidan, no podemos crecer.

De vez en cuando,
analizo en mi mente algún hecho que me haya causado daño
también pienso en cierta actitud vergonzosa que alguna vez tuve
y noto que el dolor sentimental se nos prende al corazón como un garfio
el dolor físico, en cambio,
es tan efímero como el impulso que lo causó.

Ahora dejo de llorar por dolores pasados,
dejo de humillarme por experiencias embarazosas
y transmuto la palabra "recuerdos" en "recordatorio".
Un recordatorio del mal que me hicieron o me hice,
para no volver a caer en lo mismo
pero me niego a convertir aquel dolor en una cadena
que me pese y me reprima
durante cada día de mi existencia.